El movimiento nace de manera espontánea frente a la conciencia de muchas y muchos, y al llamamiento de militantes y activistas ante cada mujer asesinada o desaparecida por la avanzada de la violencia machista en diferentes escalas, buscando cada vez más la erradicación de la violencia hacia las mujeres.






(Datos: Observatorio Ahora que sí nos ven, sobre la situación en nuestro país)

Muchos fueron los efectos positivos que generó el 3J. El primero de ellos y más importante, fue el efecto social en la vida cotidiana, en conversaciones, charlas y reflexiones sobre el tema. También se produjeron efectos institucionales a través de políticas públicas que amplían los derechos de las mujeres.
Pero actualmente muchas demandas siguen pendientes. Todavía falta que varios reclamos sean audibles y visibles. Por eso es necesario decir “Ni Una Menos”, y “Basta de Femicidios”.
A 7 años de gritar Ni Una Menos, la violencia machista no para y hay 1995 nuevas víctimas.
VIVAS, LIBRES Y SIN MIEDO NOS QUEREMOS!!! 


